Dra Mª Dolores Pérez-Rosales
Asesora Regional Servicios de Sangre y Trasplante de Órganos
Medicamentos y Tecnologías Sanitarias, Sistemas y Servicios de Salud (MT/HSS)
Regional Advisor Blood Services and Organ Transplants
Medicines and Health Technologies, Health Systems and Services (MT/HSS)
Se sabe que la transfusión de sangre y componentes seguros es un acto que salva vidas, sin embargo, es de conocimiento que existe un riesgo asociado tanto para los donantes de sangre y componentes, como para los pacientes que se transfunden.
Tener implementado un sistema nacional de Hemovigilancia es esencial para identificar y prevenir la aparición o reaparición de reacciones adversas y eventos no deseados, así mismo, para aumentar la seguridad, la eficacia y la eficiencia de la transfusión de sangre. Este sistema debe abarcar todas las actividades de la cadena transfusional, es decir de vena a vena, un seguimiento bidireccional del donante al receptor, y viceversa. No es un proceso estático, sino uno continuo, de recolección y análisis de datos relacionados con los procesos de la transfusión, los eventos adversos y las reacciones transfusionales. Todo con el fin de investigar las causas y los resultados, y prevenir que ocurran o que sean recurrentes en el tiempo.
El sistema de Hemovigilancia es una parte integral de la calidad y es necesario para la mejora continua de la misma.
Una de las líneas estratégicas prioritarias del nuevo Plan Regional de Acceso Universal a Sangre Segura 2014-2019, aprobado por los Ministros de Salud de la Región de las Américas en el 53 Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud en octubre del 2014, tiene como uno de los objetivos principales el fortalecimiento de los sistemas nacionales de sangre, de tal manera que permita la implementación de la Hemovigilancia en los servicios de sangre.
Los países de Latinoamérica y Caribe han hecho esfuerzos aislados para avanzar en el campo de la Hemovigilancia, sin embargo hasta ahora, solo dos países en la Región han implementado sistemas Nacionales de Hemovigilancia. Es importante que los Ministerios de Salud ejerzan un efectivo liderazgo y gobernanza para asegurar el funcionamiento del sistema nacional de Hemovigilancia. Se necesita la elaboración e implementación de políticas, planes nacionales y marcos regulatorios donde se incluya el alcance y los diferentes elementos que integran la vigilancia sistemática y exhaustiva de la cadena transfusional.
La información generada a través de este sistema nacional es clave para introducir los cambios necesarios en los diferentes niveles, es decir, cambios en políticas de transfusión, en estándares de trabajo, en procesos en servicios de sangre, en procedimientos operativos estándar, en guías y prácticas de Hemoterapia y, en definitiva, viene a contribuir a la seguridad y la calidad de todo el proceso de la cadena transfusional.
El sistema de Hemovigilancia es confidencial y no punitivo e involucra a todos los actores relevantes a nivel nacional, por eso debe ser coordinado entre el Programa Nacional de Sangre, los servicios de sangre y hemoterapia públicos y privados, Instituciones de Salud Pública, Organismos Reguladores, Asociaciones Científicas y de Profesionales, entre otros.
Dada la importancia de la seguridad sanguínea para la Salud Pública, este Manual contribuirá y facilitará tanto la comprensión, como la implantación de los procesos necesarios para el desarrollo de los sistemas nacionales de Hemovigilancia en los países de las Américas y, en definitiva, el acceso y cobertura universal de sangre y componentes seguros.
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